Los avances tecnológicos y la nueva mentalidad del hombre renacentista, contribuirán a la búsqueda de nuevas rutas que van a potenciar el salto del Atlántico y por consiguiente del Descubrimiento de un Nuevo Mundo.
Las diferentes salas ofrecen, a través de maquetas, paneles y objetos representativos, un relato de estos acontecimientos históricos. Insignias, cartas náuticas, instrumentos de navegación, carabelas y rutas, así como una reconstrucción de la cámara del Almirante acercan a los visitantes a la compleja realidad de la expansión atlántica en el siglo XV.
Una sala de ambientación recrea en el museo la Cámara del Almirante de La Niña, carabela en la que Colón regresó de América debido a la pérdida de La Santa María. En esta reproducción, realizada en una escala próxima al tamaño real de la nave, encontramos testimonios de los medios técnicos, materiales de construcción y alimentos propios de los viajes de la época.
El periplo colombino se compone de cuatro viajes que cronológicamente abarcan del año 1492 al 1504. El primero de ellos es considerado fundamentalmente de descubrimiento y los tres restantes de exploración y conquista. En el museo los itinerarios son explicados a traves de paneles, audiovisuales, maquetas y facsímiles de textos especialmente importantes como el Diario de la primera navegación, expuesto junto a las maquetas de de las tres naves en esta expedición, La Niña, La Pinta y La Santa María.
Mención especial merece el óleo sobre lienzo, Guirnalda con rostro de Isabel la Católica, pintura original del siglo XVII debida a un autor desconocido.