Venus de Valdivia

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19 de marzo de 2018

LAS MILENARIAS VENUS DE LA CULTURA VALDIVIA DE ECUADOR Y LOS IDOLILLOS FEMENINOS DE CUEVA PINTADA SE ENCUENTRAN EN LA CASA DE COLÓN

LA DIRECTORA DEL MUSEO Y PARQUE ARQUEOLÓGICO CUEVA PINTADA, CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ, PROTAGONIZA ESTE MARTES, 20 DE MARZO, A LAS 19.00 HORAS, UNA SUGERENTE CITA DE ‘MIRADAS A LA COLECCIÓN’

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Venus de Valdivia

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Las ‘Miradas a la Colección’ de la Casa de Colón se dirigen este mes de marzo hacia dos representaciones de las mujeres en distintos tiempos y lugares. La directora del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, en Gáldar, Carmen Gloria Rodríguez, establecerá un puente entre las venus de la Cultura Valdivia de Ecuador (3.500-1.500 a.C) y los idolillos femeninos encontrados en el yacimiento grancanario.

La cita, bajo el sugerente título ‘Miradas de barro, presencias silentes. Las Venus de Valdivia y los ídolos femeninos de Cueva Pintada’, tendrá lugar este martes, 20 de marzo, a las 19.00 horas, con entrada libre hasta completar aforo’. La iniciativa se enmarca además dentro del programa Marzo Mujer impulsado por el Cabildo de Gran Canaria a través de su Consejería de Cultura con la colaboración de la Consejería de Igualdad y Participación Ciudadana.

La también doctora en Arqueología se detendrá en los aspectos comunes de las Venus de la Cultura Valdivia, una de las herencias artísticas más singulares de la humanidad, y las recreaciones de las mujeres en la sociedad prehispánica insular. Un viaje apasionante a través del espacio y de los siglos en el que se encontrarán cara a cara la representación femenina en la prehistoria canaria y americana.

‘Miradas a la Colección’ es un ciclo permanente de la Casa de Colón que pone el foco cada mes en alguna pieza o piezas de sus ricos fondos patrimoniales y artísticos, promoviendo así la difusión y el conocimiento de los mismos y estableciendo nuevos diálogos.

Las Venus de Valdivia forman parte de la colección precolombina de la Casa de Colón y fueron donadas por el artista y restaurador Manuel Solá en 2014. Comúnmente interpretadas como figurillas representativas de la fertilidad o espíritus guardianes, el propósito exacto de estas pequeñas piezas sigue abierto a interpretaciones.