El profesor Godfrey Baldacchino inaugura el 25º Coloquio de Historia Canario-Americana en la Casa de Colón

El profesor Godfrey Baldacchino inaugura el 25º Coloquio de Historia Canario-Americana en la Casa de Colón

3 de octubre de 2022

ENTREVISTA A GODFREY BALDACCHINO CONFERENCIA INAUGURAL XXV COLOQUIO DE HISTORIA CANARIO AMERICANA

BALDACCHINO: “LAS COMUNIDADES INSULARES SE VEN EMPUJADAS A UNA MAYOR RESILIENCIA”

Imágenes
El profesor Godfrey Baldacchino inaugura el 25º Coloquio de Historia Canario-Americana en la Casa de Colón

El profesor Godfrey Baldacchino inaugura el 25º Coloquio de Historia Canario-Americana en la Casa de Colón

Godfrey Baldacchino es uno de los sociólogos más prestigiosos de Europa, y también uno de los mayores especialistas en el estudio de sociedades isleñas. No es casualidad que él mismo sea un isleño, ya que reside en el mediterráneo archipiélago de Malta. Tampoco lo es que haya sido elegido para impartir la conferencia inaugural del XXV Coloquio de Historia Canario Americana, titulada ‘De las islas del mundo a un mundo de islas’, el día 3 de octubre, en la Casa de Colón. En su país es un personaje bastante conocido y mediático por haber encabezado algunas de las propuestas más provocadoras para mejorar el futuro y la independencia energética de las sociedades isleñas. Sus ideas para Canarias no deben pasar desapercibidas, son fórmulas conocidas, pero no por ello menos exitosas.

 

1.- En la conferencia inaugural tiene previsto analizar los problemas actuales de la vida isleña. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan las sociedades insulares en el siglo XXI?

R.- Los problemas de la vida en las islas realmente no han cambiado a lo largo del tiempo. Se basan en la necesidad de encontrar el equilibrio adecuado entre lo de casa y lo de fuera, entre lo local y lo global, entre el interior y el exterior. Esta tensión es una particularidad de las islas, porque no tienen otra opción; sus economías y sociedades deben estar abiertas y, por lo tanto, sujetas a influencias, intervenciones e invasiones. Lo que ocurre es que los personajes y clases de tales ‘influencias, intervenciones e invasiones’ han cambiado con el tiempo. El impacto se hace más grande a medida que las islas se hacen más pequeñas.

En el siglo XXI debemos hablar de los desafíos de la globalización, el cambio demográfico y las modificaciones en el estilo de vida que pueden ser necesarias para evitar una catástrofe climática. También está la relación permanente entre las islas y el mar; y en el siglo XXI las oportunidades para una economía azul sostenible, así como la administración adecuada de las zonas económicas exclusivas marinas son consideraciones igualmente importantes.

2.- Usted asegura que las islas necesitan retomar o recuperar un lugar central en el desarrollo humano. ¿Qué quiere decir exactamente?

R.- Sorprendentemente, hay poca especialización, en todas las disciplinas y campos políticos, acerca de los detalles de la vida en las islas. ¿No merecen las islas sus propios planes de desarrollo?; ¿no requieren enfoques particulares para implementar estrategias de crecimiento azul y verde?; ¿no deben las islas pequeñas vivir con monopolios ‘naturales’? Los políticos de ciudades de las distantes metrópolis no siempre entienden estas cuestiones.

Y resulta que este es el momento adecuado para esta ‘refocalización', esta necesidad de poner el foco en las islas, porque están volviendo a ser lugares atractivos para vivir, trabajar o para jubilarse... Siempre y cuando, eso sí, que exista un servicio de internet de calidad, opciones de transporte, conexiones buenas y asequibles, oportunidades laborales y comerciales y servicios de salud decentes.

3.- ¿Cuáles son las principales lecciones que los isleños pueden ofrecer a las sociedades continentales?

R.- Estar rodeado de mar tiende a hacer que los isleños sean más conscientes de sus limitaciones: físicas, materiales y humanas. Las pequeñas comunidades insulares se ven naturalmente impulsadas hacia una mayor resiliencia, innovación y espíritu empresarial flexible; pero aquellos isleños que no pueden adaptarse a estos estrictos requisitos a menudo se ven obligados a irse y establecerse en otro lugar (si tienen la opción de hacerlo).

4.- Ha dicho en alguna ocasión que se considera un firme defensor de las islas como laboratorios de desarrollo sostenible. ¿Cuál es el límite al que puede aspirar Canarias, por ejemplo?

R.- La expresión inglesa dice: “El cielo es el límite”. Pero, para las islas, sería mejor declarar “El mar es el límite”. Hay muchos ejemplos en los que las islas pueden liderar y, de hecho, pueden allanar el camino para que otros territorios les sigan. La transición a formas renovables de energía, la búsqueda e implementación de fuentes no contaminantes de dicha energía o el cambio de estilo de vida que se aleja del uso de productos no sostenibles son iniciativas que pueden administrarse e implementarse mejor en grupos relativamente pequeños y autónomos, es decir, en jurisdicciones insulares. El mar sigue siendo una variable desconocida en la ecuación del desarrollo: necesitamos aprender mucho más del mar como fuente para sustentar nuestro futuro.

5.- ¿Cree que Canarias puede ser capaz de desarrollar proyectos de forma pionera que luego puedan ponerse en práctica en el continente europeo, por ejemplo?

R.- Las Islas Canarias son un lugar interesante por muchas razones. Se encuentran en el borde meridional de Europa, lo que las convierte en destinos turísticos atractivos durante todo el año. Tienen una población considerable, una de las más grandes para una jurisdicción insular no soberana (seguida de cerca por Baleares). Las distintas islas del Archipiélago cuentan con distintas dotaciones y particularidades. ¿Y la histórica tensión entre Gran Canaria y Tenerife crea una sana competencia? Por supuesto. Además, un desafío clave es mantener el turismo 'bajo control' mediante la expansión de otras prósperas industrias de servicios que requieran trabajadores y empresarios cualificados y talentosos (finanzas, logística, tecnología de la información...) y así diversificar aún más la economía local (y también alejarse de una excesiva dependencia de las transferencias fiscales de Madrid o Bruselas).

6.- ¿Cuál sería, en ese sentido, la verdadera clave para soltar definitivamente las cadenas mentales de la eterna dependencia del sector turístico y de los servicios?

R.- Creo que abordé esto en mi respuesta anterior. Cualquier sector económico que aporte entre el 15 y el 20 % del PIB a la economía puede convertirse fácilmente en "demasiado grande para quebrar". El sistema educativo, y especialmente los colegios técnicos y universidades, también tienen que apoyar ese intento de diversificarse más allá del turismo. El turismo en sí mismo puede convertirse en un conjunto de nichos lucrativos (basta considerar, por ejemplo, el buceo, las vacaciones de aventura, el turismo religioso o el turismo de conferencias, como es el caso del Coloquio) ¡Todo por conseguir sacar a los turistas de la playa!

7.- Usted ha afirmado que los isleños desarrollan un sentido de comunidad mucho más fuerte que los continentales. ¿Es un mecanismo de supervivencia mental? ¿Cómo se materializa este sentimiento en la vida diaria?

R.- Sí. Es un algoritmo de seguridad y supervivencia. El sentimiento de 'nosotros-ellos' o 'isla-continente' puede ser fuerte, especialmente cuando surgen problemas políticos o económicos críticos. Las islas y los isleños, así como sus líderes políticos y económicos, querrían tener un vínculo sólido con su continente, pero solo en sus propios términos.

8.- ¿Cree que los territorios insulares han superado hoy su complejo colonial de dependencia de la metrópoli?

R.- La situación es variada. Algunas sociedades insulares siguen dependiendo de la ayuda metropolitana, ‘en metálico y en especie’, como decimos nosotros. Esto incluye a los funcionarios. Incluso algunos estados insulares independientes no han logrado superar este legado. Eso sí, recordemos que el peso del colonialismo es muy largo y arraigado en algunas islas; puede ser incluso la única realidad e historia que conocen. ¿Cómo escapar y trascender de este poderoso paradigma?

9.- Usted procede de Malta, un archipiélago con un largo legado histórico, pero con un aún cercano pasado colonial con grandes influencias políticas y culturales. ¿Cuáles son sus desafíos inmediatos como país?

R.- Es el medio ambiente. Hemos experimentado una transición bastante exitosa hacia una economía de servicios diversificados y esto ha mejorado mucho el nivel de vida en Malta. También ha significado que muchos inmigrantes hayan venido a Malta para apoyar la creciente economía. Malta ahora tiene la tercera mayor proporción de ciudadanos dentro de la Unión Europea que no nacieron en el país. Esta afluencia de personas significa más estrés en las infraestructuras y más unidades de vivienda. El archipiélago tiene un tamaño de solo 316 kilómetros cuadrados y una población de 520.000 habitantes, por lo que probablemente tengamos que pensar seriamente en un gran proyecto de recuperación de tierras en nuestras aguas territoriales.

10.- La superpoblación es, efectivamente, uno de los miedos a los que se enfrentan la mayoría de las islas europeas. Malta no es una excepción. Hace algún tiempo, usted propuso a las autoridades maltesas que consideraran seriamente la posibilidad de comprar la pequeña isla de Pantelleria a la República Italiana. ¿Era esta una propuesta seria o solo un desafío?

R.- Mi sugerencia de ‘comprar’ Pantelleria fue efectivamente una provocación. Hizo pensar a mucha gente, y es posible que la sugerencia aún se considere seriamente en el futuro. Lo que puedo decir es que los residentes de Pantelleria también estaban interesados ​​en mi declaración y algunos creen incluso que se beneficiarían de la 'inversión maltesa'.

11.- Malta comparte con Canarias el hecho de encontrarse en el camino de las rutas migratorias con África, una tragedia humana sin precedentes. ¿Cuál es su posición sobre este asunto?

R.- El tema de la migración africana es tanto una tragedia como una oportunidad. Malta, junto a España, Italia y Grecia, son los estados ‘fronterizos’ de la UE más afectados por la migración irregular. Esta ola de personas de África a Europa continuará y, de hecho, empeorará, ya que el cambio climático elevará las temperaturas medias de África a niveles aún más altos, obligando a más millones a huir en busca de una vida mejor. ¿Podemos culpar a estas personas por querer asegurar una vida mejor para ellos y para sus familias?

Mientras tanto, estos inmigrantes, algunos de ellos bastante cualificados, deben recibir asistencia para establecerse y llegar a ser económicamente productivos. Si trabajan, al menos pueden ser capaces de cubrir sus propias necesidades y pagar impuestos y seguridad social, para así cubrir los costos públicos.

Lo que falta en realidad es una respuesta conjunta de la Unión Europea a esta situación. El ‘reparto de la carga’ sigue siendo la opción política preferida para el Gobierno maltés.

 

Sobre Godfrey Baldacchino

Godfrey Baldacchino (25 de abril de 1960) es un prestigioso sociólogo maltés y canadiense. Fue rector (Desarrollo Internacional y Garantía de Calidad) de 2016 a 2021, y profesor de Sociología en la Universidad de Malta. Entre 2016 y 2020 fue, junto con Jim Randall, copresidente de la UNESCO en Estudios Insulares y Sostenibilidad en la Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo (Canadá), título en colaboración con la Universidad de Malta. Es exdirector del Centro de Estudios Laborales de la Universidad de Malta y actual presidente de su junta directiva.

Junto a Alexander Gatt, Baldacchino fundó el Círculo Astronómico de Estudiantes (SAC) en 1978. En 1984 fue elegido primer presidente de la Sociedad Astronómica de Malta, que resultó de la fusión del SAC y la Asociación Astronómica de Malta. Fue nombrado miembro honorario vitalicio de la Sociedad Astronómica de Malta en 2015.