CRISTINA MOLINA PETIT ANALIZA DESDE LA 'DIALÉCTICA FEMINISTA' PORQUÉ LA ILUSTRACIÓN NO ILUMINÓ A LAS MUJERES

La Casa Colón acoge el día 11 de diciembre, a las 20.00 horas, la presentación de la segunda edición del volumen ‘Dialéctica Feminista de la Ilustración’, de la grancanaria Cristina Molina Petit (1944), una tesis doctoral convertida en libro en 1994 que ahora la editorial Tirant Lo Blanch rescata como título de referencia.

En el acto, además de Molina Petit, que en 2009 fue nombrada Hija Predilecta de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, estarán presentes los profesores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Sofía Valdivielso y Arturo Delgado.

Según explica Cristina Molina Petit la petición de la editorial se ha ido retrasando en el tiempo “porque no he querido hacer una reedición 'tal cual' de aquel primer volumen editado en 1994, sino una revisión de algunos de los aspectos contemplados en el mismo”. El libro de Petit, prologado por Célia Amorós, demuestra que el feminismo es en su raíz y en sus planteamientos un movimiento ilustrado, aunque también la ilustración contenga suficientes bases teóricas para la opresión de la mujer, una vez definido lo femenino como Naturtaleza frente a la Razón.

'Dialéctica Feminista de la Ilustración' es, en su parte principal, un estudio de los grandes políticos liberales “que parece que cuando hablan de la mujer se apean de su inteligencia, de su liberalismo, de sus principios ilustrados en torno a la libertad, la igualdad y la fraternidad”, señala Petit.

John Locke, Rousseau o Stuar Mill son analizados por Cristina Molina Petit para ver “porqué cuando hablan de la mujer ese discurso razonable, impecable que tienen habitualmente lo abandonan sin que si quiera 'les salgan los colores epistemológicos' por ello. ¿Cómo es posible que la Ilustración, el Siglo de la Razón, cuando trata el tema de la mujer parece que en vez de las luces siguen las sombras?”, se pregunta la autora.

Molina Petit se considera, filosóficamente, una partidaria de la racionalidad y de la Ilustración, “mi feminismo es ilustrado, lo razono, aporto argumentos, no abordo el análisis de la situación de la mujer desde la emocionalidad aunque esté de moda; yo soy partidaria de aportar argumentos racionales, científicos para dotar de peso las líneas que yo defiendo”.

En su ‘Dialéctica Feminista de la Ilustración’ Cristina Molina Petit cree que es importante plantearse porqué desde la Revolución Francesa existe una Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y no la hay de la Mujer y de la Ciudadana.

Y a la pregunta de cuál es el mecanismo conceptual que lleva a que se produzca esa situación, la escritora lo tiene claro: “a las mujeres se nos mete en un reducto donde la razón no tiene cabida, de las mujeres se considera que no somos razón sino sentimiento; la virtud de la mujer es distinta, el hombre tiene que ser fuerte, inteligente....la mujer tiene que ser sensible, cuidadora de la casa; la mujer es un adorno; en la Ilustración lo privado se considera el sitio de la mujer”.

Cristina Molina quiere poner de evidencia que en tiempos de postverdad, de predominio de la razón tecnológica en forma de algoritmos, de big data y de la primacía neoliberal del deseo, “en mi libro se defienden los valores e ideales de la Ilustración en el convencimiento compartido con Steve Pinker de que la Ilustración quizás sea 'la mayor historia jamás contada' y el personal convencimiento de que el Feminismo es la mayor revolución social del siglo XX y el gran relato emancipatorio del Siglo XXI”, concluye.