Cartografía

La confección de mapas y el estudio de éstos como documento científico y artístico es el cometido de la cartografía, que contribuyó a mejorar la percepción de las tierras conocidas y facilitó el descubrimiento de otras. A medida que el conocimiento del mundo crecía se desarrollaba también la representación cartográfica. Catalanes, mallorquines, genoveses y portugueses fueron pioneros en la elaboración de cartas de navegación.

El Atlas Catalán (1375), atribuido a Abraham y Jafuda Cresques, es considerado la obra maestra de la escuela catalano-mallorquina. Introduce como novedad un calendario perpetuo y la rosa de los vientos, que señala las direcciones de éstos y los puntos cardinales. Junto a esta pieza, se exhibe también un facsímil del primer globo esférico del planeta, realizado en 1492 por el cartógrafo alemán Martín Behaim, que llama la atención por no aparecer representado el continente americano.

Entre otros facsímiles de cartografía que podemos contemplar en el museo, destacamos la Carta de Juan de la Cosa de 1500 por ser la primera representación física de América; el mapa de Martín Waldseemüller de 1507 donde el Nuevo Mundo recibe por primera vez el nombre de América; y la Cosmografía de Sebastian Münster de 1540, en la que se representa por primera vez en un mapa separado el Nuevo Mundo unido por su parte central.

 

Instrumentos de navegación

En el Museo se pueden observar algunos de los principales instrumentos náuticos, tanto originales como copias, que permiten a los marinos orientarse en alta mar. La brújula, el astrolabio y la ballestilla posibilitaron la travesía atlántica.

La Casa de Colón posee un Astrolabio Náutico de Placa fechado entre 1500 y 1520, según algunos autores es uno de los más antiguos que se conservan. De origen desconocido, este intrumento realizado en  bronce, con un diámetro de 220 mm y una escala graduada de 360º en el círculo externo, es una pieza considerada atípica, ya que sus características formales son únicas al compararla con otras conocidas.