Carlos Martínez Shaw en su última visita a la Casa de Colón

Carlos Martínez Shaw en su última visita a la Casa de Colón

27 de noviembre de 2020

CARLOS MARTÍNEZ SHAW: “LA LÍNEA EL GALEÓN DE MANILA Y EL INTERCAMBIO COMERCIAL DE SEDA Y PLATA ENTRE CHINA Y ESPAÑA PERMITE LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN”

EL CATEDRÁTICO DE HISTORIA MODERNA DE LA UNED Y ACADÉMICO DE NÚMERO DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA OFRECE UNA CONFERENCIA GENERAL EL DÍA 30 DE NOVIEMBRE A LAS 19:00 HORAS, EN EL MARCO DEL XXIV COLOQUIO DE HISTORIA CANARIO AMERICANA EN LA CASA DE COLÓN. LA PONENCIA ‘LA EXPEDICIÓN MAGALLANES-ELCANO Y LOS ORÍGENES DE LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN’ DETALLA LA IMPORTANCIA HISTÓRICA DE LA RUTA OCEÁNICA DE LA SEDA QUE ARRANCA EN 1571.

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Carlos Martínez Shaw en su última visita a la Casa de Colón

Carlos Martínez Shaw en su última visita a la Casa de Colón

¿Cuáles son los hitos históricos que llevan a la denominada primera globalización?

El descubrimiento de América por Cristóbal Colón, la llegada de Vasco de Gama a la India, el descubrimiento del Oceáno Pacífico por Vasco Núñez de Balboa y la primera vuelta al mundo por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, entre 1519 y 1522. Son los cuatro hechos que permiten la conexión internacional entre todos los mundos que hasta ese momento habían permanecido desunidos, y que provoca posteriormente la primera globalización a la que podemos llamar ‘globalización ibérica’, porque fueron los portugueses y españoles los que la hicieron posible.

 

¿Qué es que lo determina que se produzca esa globalización?

Faltaba una pieza esencial para que la primera globalización se diera y eso sucede con la instalación de los españoles en las Filipinas en 1571 aproximadamente, año en que Miguel López de Legazpi llega a Manila, que es una fecha clave. A partir de ese momento se inicia un tráfico fundamental, que va desde los puertos del sur de China, que conectan con Manila y desde allí sale el denominado Galeón de Manila que llega a México. Esa ruta es primordial, porque los chinos aportan sedas y porcelanas a España, mientras que los españoles aportan esencialmente plata, procedente fundamentalmente de México. Esa línea y ese intercambio permite la primera globalización. Ese intercambio entre la seda y la plata hace que todos los mundos se conecten y que los intercambios que primero son económicos pasen a ser más tarde de todo tipo, como culturales y artísticos.

 

¿Se trata pues del punto de partida de lo que hoy conocemos por globalización?

Esa primera globalización está en el embrión de toda la serie de relaciones que todavía puede decirse que existen hoy en día. China tiene la intención de que la Unesco haga un reconocimiento a la llamada ruta oceánica de la seda, ya que la ruta de la seda por tierra unía China con el imperio bizantino y era horrorosa y más larga que por mar, y la oceánica conectaba China, con Manila, México y España. Los elementos fundamentales fueron los puertos del sur de China, Manila, Acapulco, Veracruz y Sevilla. Esa ruta tuvo un largo recorrido.

 

¿Cuántos años se mantuvo?

El llamado Galeón de Manila se mantuvo desde 1571 hasta 1815, pero la relación se extendió hasta 1820, es decir, durante dos siglos y medio. Combinaba con la denominada Carrera de Indias, que unía a la Península pasando por Canarias y llegaba hasta México, que se mantuvo desde el descubrimiento de América hasta 1828. Canarias era un lugar obligado para los barcos españoles que iban en dirección a América, ya que las naves de la Carrera de Indias de Indias tenían que proveerse necesariamente en las Islas. En unos momentos fue Gran Canaria, en otros Tenerife, en otros La Gomera, pero siempre los barcos españoles que salían de Sevilla y luego de Cádiz, hacían una primera escala en Canarias a la ida, mientras que a la vuelta la hacían en La Habana.

 

De la Carrera de Indias se ha escrito más que de la ruta con China.

Sobre la relación que hay entre China, México y España se conoce mucho menos, porque ha pasado mucho más desapercibida, aunque ahora se está estudiando. No se explica bien el éxito de Filipinas y de los españoles, si no se conecta esto con un comercio floreciente que se establece entre la costa del mar del sur de China y las Filipinas. Sin esto no se explica el gran éxito de la ruta del Galeón de Manila, que cerró todo el plan de la primera globalización. El viaje que hacían los portugueses era más corto. La ruta partía de Lisboa, daba la vuelta por el Cabo de Buena Esperanza y aprovechaba el monzón para llegar a la India y desde allí emprendía la ruta hacia China y Japón, donde tenían sus grandes centros. Esa era la ruta fácil, pero los españoles como no podían navegar en esa dirección tuvieron que escoger la difícil, sin embargo ‘la parte del león’ se la llevó España gracias al comercio con China, más productivo, porque España tenía algo que los portugueses no, y era la plata, que la diferencia totalmente. Sin la plata mexicana tampoco se entendería, porque China utilizaba la plata como moneda de intercambio, como la divisa internacional con la que se podían hacer las transacciones.

 

En su conferencia detalla también el viaje de Magallanes y Elcano ¿Se mantienen aún misterios sobre ese periplo?

Sobre este viaje también hay mucha ignorancia y bastantes controversias, entre ellas que Magallanes era portugués y que la empresa era portuguesa, cuando no es así, porque fue financiado por España y estuvo bajo el amparo de la corona española. Magallanes tuvo la idea de llegar hasta las Islas Molucas desde el Atlántico en dirección al oeste, pero no la acaba porque se enzarza en una lucha en Filipinas con los aborígenes y muere allí en 1521. El que da la vuelta y permite explicar que es factible el viaje es Elcano, que saliendo de Las Molucas llega hasta Sanlúcar de Barrameda.

 

¿Existen todavía detalles desconocidos de ese viaje?

Yo cuento la verdadera historia del viaje, en el que hubo un gran motín contra Magallanes promovido por los marinos castellanos, que salvó a base de valentía pese a estar en minoría y pudo hacer frente a los sublevados y ajusticiar a los principales líderes de la revuelta. Eso generó un primer malestar en la expedición, y todo ello antes de cruzar incluso el que ahora se conoce como Estrecho de Magallanes. Elcano estuvo a favor de los castellanos y fue condenado a muerte por Magallanes junto a casi 40 de los sublevados, pero Magallanes se dio cuenta de que si los mataba no quedaba gente para llevar las naves, entonces solo ajustició a cuatro. Otra de las grandes preguntas es por qué Magallanes se quedó en Filipinas y decidió emprender una lucha que podía retrasar su llegada a Las Molucas y que no estaba previsto en las instrucciones que le había dado Carlos I. Estas cuestiones son detalles que hay que discutir y desvelar.

 

¿Qué más preguntas quedan aún por responder?

Por qué las dos naves que quedaron decidieron emprender caminos distintos. Por un lado, La Trinidad, con hombres de Gonzalo Gómez de Espinosa al mando, fue hacia México, y Elcano, en la ruta opuesta, la de los portugueses, para doblar el Cabo de Buena Esperanza. El primero eligió la ruta más lógica, cruzar el Pacífico en dirección a Nueva España, pero desgraciadamente fracasó en su empeño, mientras el segundo fue más afortunado, pues tras navegar por la ruta de los lusitanos con la nao Victoria, consiguió regresar a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522, tras haber completado la primera vuelta al mundo en unas condiciones infrahumanas. Todas las miserias que uno se puede imaginar la pasaron estos marinos, no se sabe cómo pudieron llegar.

Carlos Martínez Shaw es catedrático de Historia Moderna de la UNED y Académico de Número de la Real Academia de la Historia, ha publicado numerosos libros y ha recibido el premio ‘Menéndez Pelayo’ del Institut de’Estudis Catalans, la Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio al Mérito Académico, el premio ‘Peña Cátedra Taurina’ por su contribución intelectual a la Fiesta y la Insignia de Plata de la Asociación Dionisio Alcalá-Galiano. Además es Doctor Honoris Causa de la Universitat de Lleida y es miembro de Honor de AHILA (Asociación de Historiadores de Latinoamérica), He-De Honorary Chair de la Tsing Hua University de Taiwán, Caballero de la Orden de las Palmas Académicas de la República Francesa y Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco, entre otros muchos títulos.